Las 7 Inquebrantables
Todos tenemos una idea de cómo queremos vernos físicamente, ¿no?. Muy bien, para lograr nuetsro proposito existen varios métodos a utilizar que nos permitirán ir moldeando nuestro cuerpo a la manera que buscamos. Si bien es cierto que la constancia y disciplina son indispensables para cumplir nuestros objetivos, los siguientes 7 puntos son un «deber» para cualquiera que desee una modificación corporal con resultados constantes y sostenibles.
1. Entrenamientos Intensos
Es importante que al comenzar tu rutina, lo hagas con un ritmo «tranquilo». Si estas en la caminadora o en la bicicleta trata de ir incorporándote a un ritmo más elevado poco a poco. Al llegar a un punto en el que tus articulaciones, músculos, tendones y palpitaciones estén en la etapa óptima, será entonces, el momento de agregarle intensidad a cada ejercicio de tu rutina. Y nos referimos a intensidad hasta el ultimo ejercicio de tu rutina.
2. Proteína
Existen varias personas que no prestan atención o simplemente no saben que los músculos necesitan cierta cantidad de proteína después de cada sesión de gimnasio para poder reconstruir las fibras musculares y así poder desarrollar músculo solido. Si no ingieres las cantidades necesarias de proteína para tu cuerpo , el trabajo en el gimnasio se vera considerablemente mermado. Lo importante es que ingieras la cantidad recomendada con relación a tu peso en kilogramos. Ya sea con ayuda de bebidas y snacks proteicos o proteínas naturales como pescado, pollo o huevo.
3. Agua
Debes de estar al tanto de tu hidratación diaria. Toma un par de horas para que tu cuerpo absorba el agua que le estas suministrando, entonces, no solo tomes agua antes de tu rutina, es necesario que te estés hidratando durante tu entrenamiento, ya que a través del sudor se pierden muchos fluidos y minerales, y el agua es la pieza esencial que te ayudará a que desarrolles tu rutina sin problemas, ya que tus músculos y ligamentos estarán hidratados y trabajaran óptimamente. Procura tomar de 2 a 3 litros de agua al día.
4. Carbohidratos
Los Carbohidratos son el combustible para nuestro cuerpo. Si estas acostumbrado a realizar entrenamientos fuertes e intensos o estas pensando en hacerlo, necesitarás carbohidratos para obtener la energía suficiente. Si estas tomando bebidas suplementarias es recomendable que estás contengan carbohidratos, ya que te ayudarán a generar mas energía para tus entrenamientos. También puedes comer alimentos (en porciones considerables) como arroz, pasta, tortillas, etc. antes de tu entrenamiento para que te desenvuelvas de una mejor manera.
5. Shakes antes y después de tu Entrenamiento
Es mejor para tu cuerpo tomar un shake de proteína y carbohidratos antes y después de tu rutina de entrenamiento. Tomarla antes incrementará el fluido de aminoácidos hacia tus músculos durante el entrenamiento, dándoles la energía suficiente para poder trabajar. Ingerirla después del entrenamiento estimulará el crecimiento y recuperación muscular. Procura tomar una pequeña comida rica en carbohidratos y proteínas una hora u hora y media después de tu entrenamiento de pesas, y te sentirás recargado mientras alimentas tus músculos.
6. Levanta Lento
Mucha gente trata de realizar sus ejercicios rápidamente, pero lo único que consiguen, es que el músculo no trabaje lo suficiente, y de esta manera están minimizando el crecimiento muscular. Por el contrario, si en tus ejercicios realizas el movimiento de flexión y extensión lentamente, estarás haciendo que tus músculos trabajen forzadamente, provocando un estrés muscular que hará que tus fibras musculares se regeneren y creen músculo solido. Procura que tus movimientos tarden un tiempo estimado de 5 segundos entre flexión y extensión.
7. Pesos Pesados
Es muy importante que cuando estés comenzando un programa de entrenamiento con pesas, empieces a realizar tus ejercicios con pesos livianos que puedas controlar y puedas realizar de forma correcta el ejercicio, y a la vez ir ganando fuerza. Sin embargo, cuando tu capacidad muscular te permita cargar pesos más pesados, procura desarrollar el ejercicio con buena forma, a su máxima extensión y flexión y con una velocidad relativamente lenta.