Buscando tu Peso Ideal

Cuando se habla sobre el control de peso podemos encontrar infinidad de propuestas para lograrlo, sin embargo, hay que tener en cuenta que bajar de peso es una cuestión que se debe de realizar de manera adecuada para que no cause daños a la salud. No confíes en productos milagro o dietas mágicas las cuales te garantizan una pérdida rápida de peso. La reducción de peso requiere conocimiento, disciplina y mucho esfuerzo.

La obesidad es un serio problema de salud pública presente en todo el mundo. En México, según la ENSANUT 2012, 7 de cada 10 adultos presenta sobrepeso y la mitad de ellos obesidad, lo que aumenta el riesgo de presentar enfermedades crónicas no transmisibles desde edades muy tempranas. La obesidad se considera una enfermedad crónica de etiología multifactorial caracterizada por el aumento del tejido adiposo en el organismo. La OMS la define como un IMC (Índice de Masa Corporal) mayor a 30 kg/m2 y la describe como una acumulación anormal de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

Ahora bien, aunque la obesidad sea de origen multifactorial, la dieta, el ejercicio, y el estilo de vida, son los que determinan la magnitud del problema. En la actualidad la accesibilidad y disponibilidad a productos ricos en calorías, hidratos de carbono simples y grasas, han elevado los índices de sobrepeso y obesidad en la población, además de una vida sedentarismo.

Cuando estés decidido a realizar un cambio en tu estilo de vida para mejorar tu peso corporal debes de tener en cuenta que será un proceso que necesitará de mucha voluntad y esfuerzo, y para que se logré de la mejor manera podrías necesitar ayuda multidisciplinaria (nutriólogo, entrenador físico y psicólogo).

A continuación te presento algunos tips que te ayudarán a controlar tu peso corporal.

– Come mínimo 3 veces al día (desayuno, comida y cena). El dejar de comer no te ayudará a perder peso.

– Incluye 2 snacks intermedios (media mañana y media tarde). Procura que sean a base de fruta, verdura, cereales integrales u oleaginosas.

– Incluye verduras en todos tus tiempos de comida en porciones generosas. Las verduras contienen agua y fibra lo que te ayudará a sentir mayor saciedad.

– Evita el consumo de refrescos, jugos y productos industrializados. Estos alimentos contienen sodio, grasas y azucares que serán perjudiciales a tu salud si los consumes regularmente. No olvides revisar el etiquetado.

– Evita preparaciones fritas o empanizadas. Si se utiliza el aceite de esa forma, será un gran enemigo y perderá sus propiedades.

– Respeta y fíjate horarios de comida. Mastica lentamente los alimentos.

– Acude con tu nutriólogo para que te genere un plan de alimentación personalizado. Todos somos diferentes y necesitamos un plan de alimentación específico que cubra nuestras necesidades.

– Realiza actividad física diariamente. El ejercicio junto con una buena alimentación serán tus mejor aliados.

 Recuerda que pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia.