Vitamina B9
El término de ácido fólico es un término que se aplica para denominar a varias moléculas con actividad biológica equivalente, también conocido como vitamina B9. El ácido fólico también recibe el nombre de ácido pteroilglutámico. Otros términos que suelen emplearse indistintamente son folato, folatos y folacina.
Su nombre proviene de la palabra “folium” ya que fueron aislados por primera vez en las hojas de espinaca. La forma natural corresponde a los folatos mientras que el ácido fólico es una forma más estable utilizada en complementos dietéticos y alimentos enriquecidos.
Las funciones de los folatos incluyen el metabolismo de ciertos aminoácidos, la síntesis de proteínas, S-adenosilmetionina (SAMe), purinas y pirimidinas; y la transformación de los carbohidratos en energía.
Por otro lado, el ácido fólico es necesario para la producción de las células sanguíneas, permite la correcta división celular y es capaz de estimular la actividad del sistema inmunológico (glóbulos blancos y anticuerpos). Además, mantiene la pared de las arterias en buen estado, ayuda a disminuir el riesgo de obstrucción y contribuye a la función psicológica normal.
La deficiencia de ácido fólico es muy común y tiene como consecuencia anemia macrocítica y megaloblástica, cuya sintomatología es muy similar a la anemia producida por carencia de vitamina B12. Cuando esta deficiencia es crónica aparecen otros síntomas de carácter general como cansancio, falta de apetito e incluso síntomas neuro-psiquiátricos, como trastornos del sueño y la memoria, irritabilidad o convulsiones; llegando hasta casos de depresión y demencia.
También puede aparecer deficiencia por el consumo de ciertos fármacos. En estos casos suelen aparecer trastornos digestivos, cutáneos y alteración de los parámetros hematológicos.
La carencia de folatos aparece con mayor frecuencia en personas que no consumen suficiente fruta y verdura, mujeres embarazadas, personas de edad avanzada, recién nacidos, niños prematuros, alcoholismo crónico, pacientes con cáncer y patologías mal-absortivas como enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca.
Generalmente se recomienda incrementar el consumo de folatos en los casos descritos anteriormente, así como en personas fumadoras o personas con procesos catabólicos intensos como enfermedades o durante la recuperación de una cirugía.
- El ácido fólico se encuentra en muchos alimentos vegetales destacando las verduras de hoja verde como espinacas y acelgas. También se encuentra en la escarola, remolacha, coles, guisantes, espárragos, brócoli, repollo y legumbres; así como en la mayoría de las bayas, aguacates, cereales integrales y levadura de cerveza. El contenido de folatos en frutas es menor. Los alimentos de fuente animal en general son bajos en folatos a excepción del hígado.
- Existen además, alimentos enriquecidos como algunos tipos de pan, harina, arroz, fideos y cereales.
Hay que destacar que el cuerpo puede utilizar solo una cuarta parte del ácido fólico disponible en los alimentos y que éste se destruye con la cocción y el procesamiento.
Algunos medicamentos pueden interaccionar con el ácido fólico destruyendo parte del ácido fólico almacenado y disminuyendo su actividad como vitamina, este es el caso de las píldoras anticonceptivas. Otros medicamentos como anticonvulsivos, anestésicos, estrógenos, aspirina, diversos medicamentos de quimioterapia, barbitúricos o antibióticos también reducen la actividad del ácido fólico. En estos casos las necesidades de ácido fólico suelen verse incrementadas.
Actividad física y rendimiento deportivo.
Durante la actividad física se produce daño muscular que debe ser reparado, los folatos intervienen en la síntesis de aminoácidos y proteínas necesarias para recuperar las fibras musculares. Además, el ácido fólico contribuye al normal funcionamiento del sistema inmune y ayuda a reducir el cansancio y la fatiga.
El ácido fólico interviene en la formación de células sanguíneas, este factor es clave en deportistas de resistencia.
Del mismo modo, los folatos contribuyen a mantener la función psicológica, capacidad de gran importancia en deportes que implican concentración, velocidad de reacción y estrategia deportiva.
Embarazo.
La deficiencia de ácido fólico se ha relacionado principalmente con defectos en el desarrollo del tubo neural del bebé. Su aporte en forma de complemento dietético ayuda a prevenir la anemia en la madre y los defectos de nacimiento en el bebé, gracias a su implicación en el crecimiento de las células y en la síntesis de ADN y ARN.
El ácido fólico es uno de los pocos suplementos recomendados oficialmente por la Asociación Médica Americana para todas las mujeres en edad fértil. En Estados Unidos, hasta 2 niños de cada 1.000 nacen con defecto del tubo neural o del cerebro. La suplementación con 400 mcg de ácido fólico al día en las primeras etapas del embarazo puede reducir estos defectos hasta en un 80%.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tubo neural se forma en las primeras semanas de gestación, por esta razón se recomienda asegurar el aporte de ácido fólico en todas las mujeres fértiles y especialmente si pretenden quedar embarazadas.
Sistema cardiovascular.
El ácido fólico reduce la concentración de homocisteína. Esta sustancia es un ácido que se encuentra en niveles elevados en un 20-40% de las personas que desarrollan enfermedad cardiovascular y parece estar implicada en la obstrucción vascular y la formación de trombos. Algunos expertos estiman que suplementar 400 mcg de ácido fólico al día podría reducir un 10% el número de infartos. La homocisteína favorece además, la pérdida de masa ósea observada durante la osteoporosis. Por lo que el aporte de ácido fólico podría ayudar a mantener la estructura ósea, especialmente en mujeres postmenopáusicas.
La suplementación con ácido fólico parece mostrar mayor eficacia cuando se utiliza en combinación de la vitamina B12 y vitamina B6.
Otras aplicaciones terapeuticas.
Además, el ácido fólico parece actuar como antidepresivo leve al incrementar los niveles de serotonina. Se ha observado que la administración de ácido fólico en pacientes con trastornos psicológicos con carencias de esta vitamina, mejora los síntomas mentales y psicológicos, especialmente en ancianos.
Asimismo, el aporte en combinación con la vitamina B12 y la vitamian C produce mejores resultados.
La suplementación con ácido fólico se emplea en casos como:
- Anemia macrocítica.
- Fatiga, debilidad, irritabilidad, nerviosismo, depresión o insomnio.
- Baja temperatura corporal y diabetes mellitus insulinodependiente.
- Aterosclerosis y osteoporosis.
- Además, puede ser útil también en el tratamiento de gota, palpitaciones cardiacas, epilepsia, estreñimiento, diarrea, Parkinson, escorbuto, enfermedad periodontal, anemia y displasia cervical.
Otra de las posibles utilidades del ácido fólico está relacionada con su capacidad de modulación en los procesos cancerígenos, ya que la deficiencia de ácido fólico parece acelerar el desarrollo de los procesos tumorales y se cree que la suplementación con ácido fólico podría frenar este avance. Sin embargo, aún son necesarios más estudios para poder realizar esta afirmación.
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- Mejora del Entrenamiento: Combatir la Fatiga, Aumento de la Fuerza
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- Sistema Circulatorio: Corazn, Circulacin, Colesterol, Presin Arterial, Control del Azcar, Otros
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- Sistema îseo y Articular: Articulaciones, Huesos, Dolor e Inflamacin
- Promocin de la Salud: Cuidado de la Salud General
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Las recomendaciones dietéticas para la población adulta española se estiman en 200 µg/día, en casos de mujeres lactantes se incrementan a unos 300 µg/día y mujeres embarazadas hasta los 400 µg/día.
Se recomienda realizar las tomas repartidas a lo largo del día junto con alimento, a ser posible formando parte de un multivitamínico o vitaminas del complejo B.
El ácido folínico es la forma más eficaz de incrementar los niveles de ácido fólico y a menudo se utilizan otras vitaminas como la vitamina B12 y la vitamina B6, u otros compuestos como el SAMe para potenciar sus efectos.
Otra forma de expresar los requerimientos de folato son los equivalentes dietarios de folato (EDF), este concepto se basa en la biodisponibilidad de los folatos y de los folatos sintéticos con mayor biodisponibilidad que los naturales. Las recomendaciones diarias en adultos se estiman en 400 EDF.
EDF= µg folato alimentario + (1,7 x µg de folato sintético)
No se han detectado efectos tóxicos adversos en sujetos sanos incluso en dosis muy elevadas (15 mg/día). Al tratarse de una vitamina hidrosoluble, los excesos se eliminan en la orina.
En algunas personas cuya salud esté comprometida, cantidades de más 1.500 mcg al día pueden causar complicaciones renales, malestar estomacal, gases y distensión abdominal. Para evitar estos efectos adversos se han establecido niveles máximos de 1 mg diario de B9.
A pesar de sus múltiples beneficios, la suplementación de ácido fólico puede enmascarar deficiencias de vitamina B12, por esta razón se suelen suplementar ambas vitaminas de manera conjunta. Además, debe tenerse en cuenta que los suplementos de ácido fólico pueden disminuir la absorción del zinc.
En casos de epilepsia bajo tratamiento de medicación anticonvulsivante, se debe controlar el aporte de ácido fólico ya que puede reducir la eficacia de la medicación. Otros medicamentos reducen la actividad del ácido fólico como por ejemplo antitumorales, antipalúdicos, antibióticos, anticonceptivos orales…
- Mason JB. Folate status: effects on carcinogenesis. Nueva York 1995. Folate in health and disease. Bailey LB. ed. Marcel Dekker Inc. pp: 361-78.
- Butterworth CE Jr, Tamura T. Folic Acid Safety and Toxicity: A Brief Review Am J Clin Nutr. 1989 Aug;50(2):353-8.
- Varela-Moreiras G, Alonso E. Ácido Fólico y Salud. Informe de la Fundación Española de la Nutrición 1999 (F.E.N).