Prolina
La prolina es uno de los aminoácidos que forman parte de las proteínas. La prolina se forma directamente a partir del ácido glutámico y por tanto, no es un aminoácido esencial. Su estructura química se caracteriza por su cadena lateral cíclica, y está compuesta por 3 unidades de metileno unidos al carbono alfa y al grupo amino.
La prolina está involucrada en la producción del colágeno y por esta razón es fundamental para la reparación, curación y mantenimiento de diferentes tejidos como el muscular, conectivo y los huesos. Además, forma parte de ligamentos y tendones.
La prolina forma parte de unas secuencias de reconocimiento presentes en las proteínas denominadas secuencias PEST, estas secuencias de aminoácidos sirven como lugar de reconocimiento a las enzimas para realizar la degradación de las proteínas. Estas secuencias PEST también son ricas en treonina, ácido glutámico y serina.
La prolina junto con la glutamina forma parte mayoritaria de la molécula del gluten. El gluten es el responsable de la respuesta inflamatoria del intestino que sufren los celíacos. La presencia de estos aminoácidos aumenta la resistencia del gluten a la degradación por parte de las enzimas digestivas. En la actualidad se está investigando en un tratamiento para mejorar la degradación del gluten mediante la utilización de un conjunto de enzimas proteolíticas.
La prolina presenta actividad sinérgica con: vitamina B3, vitamina C, lisina, serina, treonina, ornitina, glutamina.
- La prolina se encuentra en alimentos de origen animal como carnes, pescados, lácteos y huevos. También puede encontrarse en alimentos de origen vegetal como legumbres, semillas, cereales integrales, frutas, frutos secos y vegetales ricos en vitamina C.
La prolina en presencia de ácido ascórbico (vitamina C) puede sufrir una hidroxilación dando lugar a la hidroxiprolina. La hidroxiprolina es más polar e interviene en la estabilización de proteínas gracias a la formación de puentes de hidrógeno. Tanto la prolina (en forma de poliprolina) como la hidroxiprolina forman parte del colágeno. Por esta razón, la falta de vitamina C (escorbuto) produce defectos en la función del tejido conjuntivo.
La prolina se utiliza como ayuda en el tratamiento de las enfermedades articulares por su implicación en la síntesis de colágeno. Algunas de estas situaciones son artritis, esguinces, lesiones en ligamentos, lumbago, luxaciones, tendinitis y tortícolis.
También gracias a su implicación en la síntesis de colágeno se utiliza para mejorar la textura de la piel y reducir los efectos del envejecimiento, ayudar en la cicatrización de heridas, úlceras y quemaduras o como protector cardiovascular inhibiendo la descomposición del colágeno arterial. En un artículo publicado por Linus Pauling, «Théorie unifiée des maladies cardiovasculaires», este célebre autor explicaba que la placa de ateroma no es la causa primaria de enfermedades cardiovasculares, sino que es un medio que el organismo pone en marcha para reforzar las paredes de las arterias debilitadas por la falta de colágeno.
La prolina también confiere flexibilidad a la molécula de inmunoglobulina y también se utiliza en combinación con vitamina C y lisina en los tratamientos de impotencia o frigidez. La prolina también se utiliza en casos de dolencias del aparato digestivo como parásitos o infecciones intestinales.
Al tratarse de un aminoácido no esencial no existen datos publicados sobre sus necesidades diarias. Su dosis como complemento dietético suele ser cercana a los 500 mg.
El consumo de prolina se considera, en general seguro. No obstante, como las personas con afecciones hepáticas o renales no deben ingerir grandes cantidades de aminoácidos sin la supervisión de un profesional de la medicina, deben tener en cuenta que la prolina puede incrementar la cantidad de aminoácidos que ingieren a lo largo del día.
De manera general, no se recomienda consumir grandes cantidades de prolina a personas con desórdenes del sistema nervioso y celiacos. Tampoco deben consumir cantidades extra de prolina las personas que sufren hiperprolinemia, enfermedad metabólica hereditaria en la que se acumula la prolina en exceso.