Celulasa
La celulasa es una enzima hidrolasa que realiza la hidrólisis de la celulosa en moléculas de glucosa libre.
La celulosa es un componente de la pared celular vegetal muy resistente a la hidrólisis, y por tanto a la digestión. La celulosa está formada por un polímero de unidades de glucosa unidas mediante enlaces glucosídicos tipo β-1,4. Las plantas contienen entre un 35 y un 50% de celulosa. La celulasa actúa rompiendo estos enlaces β-1,4glicosídicos de la celulosa transformándola en glucosa libre.
Para la hidrólisis de la celulosa se necesita la acción sinérgica de un grupo de celulasas. El sistema de celulasa típico se compone de tres tipos de enzimas: la endo- β- 1,4-glucanasa, exo- β- 1,4-glucanasa y la β-1,4-glucosidasa. Estas enzimas son producidas por bacterias y hongos, como por ejemplo, Aspergillus, Cladosporium, Fusarium, Penicilium o Neurospora. Aunque también las pueden producir otros tipos de organismos como las termitas.
Los humanos no producimos celulasa y por esta razón la celulosa pasa por el sistema digestivo sin ser digerida y sin poder ser absorbida. Sin embargo en el rumen de los animales rumiantes viven bacterias beneficiosas que producen estas enzimas celulasas y permiten que estos animales puedan digerir la celulosa de las plantas para obtener energía.
La celulasa es una hidrolasa que puede degradar la celulosa de los alimentos vegetales mejorando el valor nutricional de los alimentos y permitiendo la digestión de parte de la fibra presente en los alientos. Ingerir enzimas celulasas ayuda a romper las paredes celulares de las plantas, esto permite obtener una mayor cantidad de energía, al convertir la celulosa en unidades de glucosa. La glucosa es la principal fuente de energía para el cuerpo humano, por lo tanto la celulasa nos ayuda a obtener mayor energía de las plantas. Además, la glucosa que proporciona la celulosa se libera lentamente del cuerpo y nos permite mantener unos niveles óptimos de glucemia durante más tiempo.
El consumo de celulasas también puede ayudar a disminuir la viscosidad intestinal acelerando la digestión de absorción de otros nutrientes que verían su absorción ralentizada por efecto de la fibra.
Por último se ha utilizado celulasa en el tratamiento de materias extrañas no digeridas localizadas en el tracto intestinal (benzoares), aunque no existe consenso acerca de la efectividad del tratamiento con esta enzima.
No existe una dosis mínima ni máxima establecida para la celulasa.
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