E-951
El aspartamo (E-951) es un aditivo edulcorante artificial bajo en calorías. Se descubrió en 1965 y su fórmula química es C14H18N2O5. El aspartamo es un polvo blanco, inodoro y cristalino que resulta aproximadamente 180 o 200 veces más dulce que la sacarosa (azúcar común), también se utiliza como potenciador del sabor.
El aspartamo se compone de dos aminoácidos (ácido L-aspártico y L-fenilalanina) combinados con un pequeño porcentaje de metanol (el metanol se encuentra de forma natural en algunas frutas y verduras). El cuerpo metaboliza los dos aminoácidos que forman el aspartamo de la misma manera que los que se obtienen de otros alimentos.
El aspartamo ha sido ampliamente estudiado y aprobado por diferentes organismos alimentarios para su uso en gran variedad de alimentos y se utiliza en multitud de productos, entre ellos: bebidas refrescantes, postres, lácteos, caramelos, chicles y productos para el control de peso. Ofreciendo a los consumidores gran variedad de productos bajos en azúcares y calorías, que pueden ayudar a disminuir en contenido calórico total de la dieta.
El beneficio principal del consumo de aspartamo es la reducción de las calorías de los alimentos al sustituir el azúcar de los alimentos y bebidas sin renunciar al sabor dulce. Además el aspartamo no contribuye a la formación de caries en los dientes. Las bacterias de la boca no lo pueden metabolizar y por lo tanto, no daña el esmalte ni produce caries.
El aspartamo ha sido declarado apto para el consumo de toda la población, incluidas personas diabéticas, niños y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, aunque es recomendable que consulten con un especialista sobre el uso de edulcorantes bajos en calorías.
- Salud & Bienestar: Diabetes
La ingesta diaria admisible fijada por organismos internacionales como JECFA es de 40mg/kg de peso corporal.
Las personas que sufren una enfermedad denominada fenilcetonuria (PKU), que consiste en la incapacidad de metabolizar correctamente la fenilalanina, deben restringir el consumo de fenilalanina y por tanto de aspartamo. Es por esta razón que todos los productos que llevan aspartamo deben indicar en su etiquetado que contienen una fuente de fenilalanina.
El aspartamo no es estable en determinadas condiciones, como el cocinado, horneado o la exposición prolongada a condiciones ácidas.
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