Sin Comida, Sin Músculo

La definición muscular es un proceso complicado y laborioso. La gente intenta todos los trucos para acelerar el corte muscular, uno de ellos es dejar de comer, con la idea de que así se utilizarán las reservas de grasa y se definirán los músculos. Sin duda, dejar de comer para definir tus músculos es una mala idea.

Cuando dejamos de comer o ayunamos, el cuerpo entra en catabolismo, es decir, se empiezan a descomponer reservas para su uso como energía, y una de las grandes reservas energéticas que tiene el organismo junto a las grasas son los músculos. Kilos y kilos de proteínas para quemar y obtener energía y moléculas esenciales para el organismo. Por tanto dejar de comer disminuye la masa muscular.

Se debe de tener una dieta adecuada y con un número establecido de grasas y carbohidratos a ingerir, para ayudar a la definición muscular, lo que tampoco indica que debamos dejar de comer grasas y carbohidratos ya que son necesarios para mantenernos con energía y mejorar el metabolismo. La idea es aportar lo que estrictamente el cuerpo necesita, para evitar acumulación de grasa que a la larga dificulte la definición muscular.

Comer las cantidades especificas de proteínas, carbohidratos y calorías nos estará acercando cada vez mas a la definición muscular, por supuesto que la cantidad de grasa que tenemos en nuestro cuerpo juega un rol muy importante, ya que esta pequeña  o grande capa de grasa es la que permite, o no, que nuestros músculos sobresalgan y comencemos a tener un cuerpo definido.

Lo importante es que no dejes de consumir tus principales comidas, ya que le estarás restando energía a tu cuerpo y por consiguiente, los músculos no tendrán las suficientes nutrientes para desarrollarse a su máximo nivel.

Por supuesto que la genética tiene mucho que ver, metabolismos muy activos mejoran y aceleran la definición muscular, mientras que metabolismos más lentos necesitan un enfoque más centrado en la alimentación y el ejercicio aeróbico. Definirse muscularmente no es un trabajo sencillo, necesita un gran esfuerzo físico y mental, constancia, intensidad, y sobre todo, consciencia y un control  estricto al momento de ingerir nuestros alimentos.