«Cesa la Cerveza»

«Cesa la Cerveza»

Ya sea por que es un día caluroso, por disfrutar con los amigos, por haber ganado…o haber perdido en el futbol, o por simple gusto, la cerveza estará ahí. Pretextos hay muchos para poder destapar una «chela» y terminarla hasta decir, «¡pásame otra!». Pero, ¿Acaso has pensado qué efectos puede traer consigo el beber cotidianamente esta bebida?.

El consumo habitual y exagerado de cerveza produce un deposito indeseable de grasa en la zona del estomago;

pues los azucares contenidos en el alcohol son metabolizados y almacenados en forma de tejido adiposo. Nuestro hígado, entonces, “se acostumbra” a estas ingestas frecuentes y, por lo tanto, metaboliza más fácilmente el alcohol, en comparación con los otros azucares que vienen de nuestra dieta cotidiana.

Y si además mientras bebes cerveza, comes botana, con estas harinas, la densidad calórica aumenta dramáticamente.

Se suele pensar…- «Toda la semana fui al Gym y sude como nunca…merezco unas cervezitas»-, a pesar de que el resto de la semana cuides tu alimentación y realices ejercicio, todo lo trabajado lo estarás tirando en saco roto. ¿En serio es necesario desechar una semana intensa de trabajo de Gym por unas cervezas?.

No tratamos de decir que retires la cerveza de tu vida, sino que simplemente mesures la cantidad y frecuencia con la que ingieres esta. Es mas; la cerveza tiene la propiedad de ser una bebida diurética y contiene altos niveles de magnesio y potasio, y eso ayuda a prevenir varias enfermedades del corazón. Sin embargo ingerirla en grandes cantidades dejará brotar la socialmente conocida «Panza Chelera».

¡Piensalo muy bien antes de arriesgar todas las repeticiones de abdomen que hiciste en la semana!